miércoles, 27 de agosto de 2008

Esencia

En un viaje, para nada lisérgico, por las playas de Punta del Este experimente una aparición. Frente a mí, se hicieron presentes las imágenes de: Nuestra Señora de Prada y la Virgen de Armani. Detuvieron mi marcha, solicitaron que tuviese a bien ponerme de rodillas y con una voz suave que emulaba la brisa que acompañaba al mar dijeron: "Abandona ya! los prejuicios que has depositado sobre las almas estivales que han de pisar estas tibias arenas. Piensa que tu no sufres lo que ellas, por que para ti es fácil obtener el vacío, pero... imagina como han de sentir aquellos que nunca han de conseguirlo todo..."